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Es importante ir presentable en el día a día y esto lo conseguimos ya que nuestra ropa está en perfecto estado. Y esto es gracias a la plancha. No obstante, con el uso estas acumulan residuos (cal, óxido o suciedad) que pueden estropear nuestras prendas. Los almidones de planchado incluso pueden dejar restos pegajosos.
Por esto, en Bargas SXXI, te traemos los mejores consejos para conseguir que tu plancha esté limpia, brillante y reluciente.
Bicarbonato sódico
Mezcla dos cucharadas de bicarbonato con una de agua, remueve hasta generar una pasta ligeramente densa, aplícala a la plancha con los dedos o una espátula, deja que actúe y luego quítala con un paño húmedo. Pasa luego un paño seco y usa un bastoncillo para los orificios. A continuación, vacía el depósito, vuelve a llenarlo con agua destilada o mezclada con vinagre, pon la plancha al máximo de temperatura para generar vapor, que pasará por los agujeros y limpiará el resto de suciedad. Plancha un trapo viejo o alguna prenda inservible para que recoja los restos que queden, vacía el depósito y déjala enfriar.
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Detergente
Es lo mejor para planchas anti-adherentes. Solo tienes que calentar agua, echarle un par de gotas de detergente para lavar la ropa, humedece un paño en la mezcla y frota la plancha con él.
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Líquido lavavajillas
Mezcla este líquido con agua y utiliza un bastoncillo para mojarlo e irlo pasando por las zonas que quieres limpiar. Funciona para las manchas que están en las zonas que funcionan como aberturas de la plancha.
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Papel de periódico
Para las manchas pegajosas que pueden dejar ciertos almidones de planchado, enciende la plancha, ponla a temperatura máxima sin agua ni vapor, despliega un periódico sobre la tabla y pasa la plancha suavemente hasta conseguir retirar todos los restos.
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Pasta de dientes
Echa una pequeña cantidad de pasta de dientes directamente en la base de la plancha y pasa un paño para frotar y llegar a todas las zonas manchadas. Enciende la plancha para que suelte vapor, que limpiará los orificios.
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Sal
Echa varias cucharadas de sal fina en un paño seco, calienta la plancha, frota hasta conseguir la desaparición de las manchas, déjala enfriar y limpia con un paño húmedo para quitar los restos.
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Vinagre
Moja un paño con vinagre blanco templado y frota con él la base de la plancha. Si las manchas están muy enquistadas, añade sal. Para finalizar, limpia con un trapo seco.
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