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Las rejillas o trapos y el fregadero de la cocina son puntos importantes de concentración de bacterias. No obstante, no son las zonas más críticas. Este dudoso honor corresponde a los electrodomésticos, ya que, gracias a la humedad que se acumula en ellos, son el entorno ideal para el crecimiento de microorganismos. En este caso, en Bargas XXI os vamos a explicar cómo eliminarlos de la nevera.
Las bacterias están presentes de forma natural en los alimentos crudos. Pero, pero, además, si existe escarcha y la limpieza que se hace del electrodoméstico deficiente la comida se pudrirá más rápido.
La forma más efectiva de reducir la escarcha es evitar abrir y cerrar la nevera con mucha frecuencia o dejar la puerta abierta más tiempo del necesario. Cada tres meses se recomienda limpiar el interior a fondo.
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Es recomendable aprovechar momentos en los que la nevera no cuente con muchos alimentos para hacer esta limpieza, de forma que sea más sencillo vaciar los estantes y sacarlos.
El bicarbonato de sodio funciona de maravilla para limpiar las paredes internas. Lo único que hay que hacer es diluir dos o tres cucharadas en agua tibia, frotar las pareces y enjuagar con otro trapo.
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Se deben limpiar los estantes uno por uno. Es más sencillo si son pequeños, ya que después de fregarlos los podemos enjuagar en el fregadero. Si no es el caso, tendremos que recurrir de nuevo al trapo.
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Por último, repasamos las esquinas, los rincones y las gomas para evitar que se acumule suciedad. ¡Y ya solo queda guardar la comida!
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