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La problemática de la contaminación debe combatirse de manera transversal, desde distintas áreas, y supone transformar casi al 100% nuestros patrones de consumo, lo que también afecta a las rutinas de limpieza.
Cuando pensamos en productos que contaminan, rara vez pensamos en primer lugar en productos de limpieza; sin embargo, son productos químicos que en muchas ocasiones contienen compuestos refinados de petróleo, lo que hace que sean muy perjudiciales para el medio ambiente y, en última instancia, para nuestra salud.
Pero, ¿es posible encontrar productos del cuidado del hogar ecológicos?
Sí, es posible. En primer lugar, los tensoactivos deben ser naturales, por ejemplo derivados del aceite de coco o de otros extractos vegetales. Estos tensoactivos son componentes que ayudan a disolver sustancias insolubles en agua; aceites, grasas, suciedad,… Su función principal es desprender la suciedad facilitando la limpieza.
En caso de llevar blanqueadores, estos también deberían ser naturales, como por ejemplo el bicarbonato o el limón. Con los perfumes, exactamente lo mismo, con aceites de plantas por ejemplo. En definitiva, tiene que estar compuesto por sustancias de origen vegetal en su mayoría y así tiene que aparecer reflejado en su correspondiente etiqueta (que deberá señalar, además, el origen de su procedencia).
Y aunque el contenido es fundamental y todos los componentes deben ser biodegradables (deben poder descomponerse bajo condiciones ambientales naturales), cuando hablamos de productos ecológicos es tan importante este como su envase. Sin un envase igualmente biodegradable, no estamos ante un producto ecológico.
En último lugar es preciso atender también al proceso de elaboración del mismo ya que se requiere el mínimo coste de energía posible además de la utilización de energías limpias, estas son, que no generan residuos.
Si cumplen con estos requisitos podrán incluir en su etiquetado la etiqueta ecológica europea, EcoLabel, creada por la Unión Europea en 1992 para garantizar la procedencia y el respeto al medio ambiente de determinados procesos de elaboración y sus productos.
A pesar de las exigencias para poder contar con estas etiquetas, las organizaciones ecologistas siguen recomendando la apuesta por productos caseros, como el bicarbonato, el limón, la sal o el vinagre así como por el jabón neutro antes que detergentes.
